TRANSFORMACIONES 2008-11-28
A veces me siento confundida, a veces no se que quiero, a veces me siento derrotado, a veces me avergüenzo de mis errores, de mis defectos que considero terribles. En algunos momentos quisiera ser algo que no soy, me veo y no me gusto, me siento y a veces no es tan rico, me analizo y me encuentro desagradable. Rechazo mi debilidad, rechazo mi inseguridad, ese rechazo tiene forma de dolor, de pelota en la garganta, de negro en los ojos, de estridente en mis oídos, de estupidez en mis palabras. Es mi forma mas triste, es descubrirme incapaz de ser, de hacer, de querer, de vivir. Mi rechazo duele adentro, me convulsiona, me hace respirar entrecortado y retorcer mi cara en formas que seguro no son las más bellas, pero son las más honestas. Mi rechazo es como si dentro mío hubiera oscuridad de esa que asusta y que no se aligera ni con una mínima estrella, me retuerce todo adentro, me hace pesada y me hunde en las profundidades de mis instintos mas oscuros, de mis sensaciones mas crueles y por últimos me deja agotada y llena de dolores, dolores del cuerpo y del alma, me deja indefensa, mas débil, mas torpe, mas triste, me deja en un silencio doloroso que se parece a nada, se parece a mi, porque eso es lo que soy.
También camino por el pasto sin zapatos y siento la vida, a veces mis ojos me muestran los colores, mis oídos de vez en cuando me dejan sentir lo lindo de lo simple y de mi boca, con mi voz salen palabras dulces, palabras mías, palabras fuertes y claras. En la rutina del día a día me encuentro a mi misma observando los ojos de alguien mas y me alegra ser capaz de admirar la belleza, la que hay en las arrugas de los viejos, la que esta en los ojos de los niños, la ancestral que de vez en cuando encuentro en las caras de algunos, la que todos sin saberlo me regalan para hacerme no pensar, para hacerme sentir, no solo lo visible sino lo intangible. y también a veces me veo, me escucho, me hablo, me siento y logro ser totalmente, sin prejuicios, sin daños, sin dolor, puedo ser y sentirme totalmente segura de mi propia belleza, que es única y que radica en todo lo que soy. Soy fuerte como los pasos de la hormiga, pequeños pero indudables, soy la vida palpitante, ingenua, sencilla. Soy la vida que busca su camino y no duda, hace su lance arriesgado o seguro, pero siempre lo hace. Hay veces que camino sobre la tierra y otras que camino sobre el aire y esa, esa también soy yo.
Ahora, ¿Cómo paso de uno al otro? ¿Cómo es mi naturaleza tan cambiante para llevarme en este mar de oleadas constantes que nunca cambian? ¿Qué tipo de trastorno sufro cada vez? Soy ese momento justo en el que el sol cansado le da paso a la luna o ella le da paso a el y sin verse, sin tocarse, sin siquiera enterarse hacen nacer a la aurora y al ocaso.
Hoy, después de muchos días de confusos ensayos y confusos pensamientos he descubierto que en realidad mi trabajo de la metamorfosis es mi rechazo y mi aceptación, es mi punto más doloroso y más feliz.
Mirella no nos da la información incompleta, mas bien nos da partes que a veces resultan difíciles de comprender, indicaciones difíciles de realizar, no se si lo hace intencionalmente, lo cierto es que a cada cual lo lleva por caminos diferentes, soy una persona que mira mucho hacia adentro y a mi me ha llevado a esto que digo con estas palabras y que intento plasmar con mi cuerpo.